sábado, 11 de febrero de 2012

- Puedo ser lo que quieras. Sólo dime lo que quieres y lo seré por ti.
- Eres un tonto.
- Lo podría ser.
- Vivo en Londres, una ciudad vibrante e histórica en la cual me encanta vivir. Tú vives en Nueva York, la cual es muy sobrevalorada.
- ¿Perdón?
- Pero como el Océano Atlántico es demasiado ancho para cruzarlo todos los días nadando, en barco o en avión, sugiero un cara o cruz.
- ¿Qué estás diciendo?
- Y si esos términos no son aceptables, será un placer dejar Londres, si tú me estas esperando allá. Por qué la verdad es Sophie que estoy loca, profunda y apasionadamente enamorado de ti.
- ¿En serio?
- Sí
- ¿Vas a besarme?
- Sí



Nuestro amor es como el viento. No lo puedo ver, pero puedo sentirlo.
“Llamaron al Titanic: el barco de los sueños, y lo era, realmente lo era.”